martes, 22 de noviembre de 2011



No me considero una princesita de cuento de hadas, ni me paso las 24h del día soñando con un príncipe azul que nunca va a llegar. Tampoco soy una adicta al amor, de hecho dudo bastante sobre su existencia. Mi confianza en las personas está en cero y descendiendo. Si lo sé, no suena muy divertido pero era feliz, estaba contenta conmigo misma, pero entonces…apareciste tú.

Y ahora sigo sin creerme una pierde zapatos, sigo sin estar 24h del día soñando con tonterías, y sigo sin creer en el amor, ahora creo en ti.
 
 

sábado, 12 de noviembre de 2011

Quiérelo porque lo quieres no lo quieras porque quieres quererlo, y cuando lo quieras, quiérelo bien.

- Cuánto tiempo más piensas estar así?
+ Así como?
- Asi!, Seria, triste, embobada, atontada, encerrada en tí misma sin confiar en nadie...
+ Pues, supongo que hasta que aparezca alguien que valga la pena de verdad, cuando aparezca alguien en quien pueda confiar, alguien a quien no dude en contarle nada, alguien que con solo mirarme sepa lo que estoy pensando, pero hasta entonces supongo que no me queda otro remedio que seguir así.

- Es una sensación extraña, pero a la vez muy familiar, ese cosquilleo en el estómago cuando lo llamo por teléfono, esos latidos a mil por hora cuando le veo, esa sonrisa de estúpida cuando pienso en él y....
+ Porque paras? Sigue hablando.
- Y tengo miedo... Porque después de eso vienen las noches sin dormir, las rayaduras de cabeza, las mil y una lágrimas, todo el dolor que acumulas día tras día y finalmente...tengo miedo a quedarme sola.

domingo, 30 de octubre de 2011

viernes, 21 de octubre de 2011

No lo necesito.

No necesito despertarme todas las mañanas con un sms que ponga "buenos dias princesa", ni que me dedique un millón y medio de tablones diciendo lo mucho que le importo o lo mucho que me quiere, que tenga mil fotos mías en tuenti o tener que estar de fondo de pantalla en su móvil y ordenador. Tampoco me hace falta estar pegada a él las 24h. del día...Me basta con seguir sintiendo mariposas en el estómago cada vez que lo miro de reojo, me basta con sonreír como una boba cada vez que se me da por pensar en él...Porque lo verdaderamente importante no son todas esas tonterías tan simples, lo que de verdad importa es lo que se siente.

Que Sentía?

Me dolía hasta respirar sólo con saber que él pensaba en mi.